sábado, 27 de noviembre de 2010

Giselle

Género: Ballet
Local: Teatros del Canal
Dirección y Coreografia: 
 Yorgos Louko

Interpretes: Ballet de la opera de Lyon


Información adicional:


Al igual que Tartufo de Molière o Berenice de Racine para el teatro clásico, Giselle es, para la danza, la referencia del ballet romántico. Creado en 1841 en la Ópera de París (en aquel entonces situado en la calle Le Peletier), reúne todos los elementos de la corriente estética y filosófica que recorre la primera mitad del siglo XIX: la ensoñación y lo irreal que irrumpieron en la literatura, el teatro, la ópera y la danza para oponerse a un mundo cotidiano demasiado materialista. Sólo el amor - como el arte - tiene el poder de transcender la muerte ya que la felicidad terrestre está considerada como un ideal inalcanzable. Así, la pobre Giselle, seducida por un gran señor, un hombre más inconsecuente que malo, morirá de dolor al descubrir la mentira que sufrió (el príncipe Albrecht se hizo pasar por un sencillo campesino mientras estaba prometido a la princesa Bathilde). Convertida en espíritu sobrenatural, en alma errante, Giselle se junta en el bosque con las sombras blancas de otras novias fallecidas, las Willis, quienes se vengan de los hombres atrayéndoles, de noche, para perderles en las tinieblas. Ante los remordimientos sinceros de Albrecht, Giselle perdonará y defenderá su príncipe hasta el alba, salvándole la vida. 


La coreografía tradicional de Giselle (concebida por Jean Coralli y Jules Perrot para Carlotta Grisi y Lucien Petipa, el hermano mayor de Marius) sigue teniendo esa asombrosa capacidad para traducir los movimientos psicológicos de los personajes gracias a la danza, como si el sentimiento interior condujera los pasos. 




El sueco Mats Ek, en su relectura de Giselle en 1982 para el Ballet Cullberg, ha tenido la audacia de llevar al paroxismo lo que era ya latente. Manteniendo el "guión" de origen (el libreto escrito por Théophile Gautier) y la música de Adolphe Adam, Mats Ek acentúa lo trágico de la situación, haciendo de Giselle la tonta del pueblo, engañada por un Don Juan llegado de la ciudad decidido a pasar un buen momento con sus amigos. Desestabilizada, Giselle pierde la razón. No morirá por ello pero terminará en un manicomio: las telas y los tutús largos de las Willis dejan su lugar a las blusas de las enfermeras y a las camisas de fuerzas. Hilarion, el amigo de infancia, no abandona a Giselle y trata de traerla de vuelta a la realidad. En vano. El espíritu de la joven ha dejado este mundo de manera definitiva. 


Albrecht, el play-boy seductor, muy atraído por esta criatura, tan distinta a su frívolo entorno, volverá a encontrarse con Giselle en el hospital. Una visita iniciática que le abrirá las puertas de otra vida; el amor de Giselle le hará descubrir la vanidad de las cosas y la verdad del corazón. La transposición de Mats Ek no tiene nada de facticio: la puesta en escena visionaria conlleva una violencia y un expresionismo moderno que siguen conmoviéndonos profundamente. 









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sábado, 20 de noviembre de 2010

Max

Género: Ballet
Local: Teatros del Canal
Autor: 
Ohad Naharin
Director: Ohad Naharin
Interpretes: 
Batsheva Dance Company



Información adicional

SOBRE LA COMPAÑÍA
Naharin (1952, Kibutz Mitzra) dirige la compañía desde 1990 y ha sido aclamado como uno de los coreógrafos contemporáneos más interesantes de la actualidad.
Fundada en 1964, como grupo de acompañamiento, por la Batsheva de Rothschild, reclutó a Martha Graham como asesora artística. A pesar de su corta vida, Batsheva contó enseguida con el honor de ser la primera compañía ajena a la troupe de Graham que representaba la obra de la legendaria coreógrafa. Cuando Naharin asumió el cargo de director artístico llevó a la compañía hacia una nueva etapa con su arriesgada visión como comisario, su inconfundible voz de coreógrafo y su revolucionario lenguaje del movimiento: “Gaga”, cuya filosofía asumen sus bailarines y que además es sello de identidad de la Batsheva.
Se trata de ayudar a desvincular la formación del bailarín para dejarse ir; investigar en la fisiología, la imaginación, y despertar áreas dormidas, vinculando movimientos conscientes e inconscientes.
Los espejos no están permitidos en esta técnica donde el movimiento es lo importante, porque cuando el bailarín adquiere la capacidad de ser “totalmente sensible a sus sensaciones”, domina con exactitud la técnica y su cuerpo. Según el propio Naharin “pretende que los bailarines adquieran la capacidad de reconocer sus debilidades y asumirlas. Más que con el estilo, tiene que ver con el animal que todos somos. Que los bailarines tengan esas claves para alcanzar el equilibrio entre lo que castiga al organismo y la capacidad de curarse”.
“Gaga” tiene un amplio seguimiento entre los bailarines de todo el mundo y ofrece clases abiertas al público en general y especializado en Israel, y en los lugares por donde se desplaza la compañía. Ayer sábado fue el turno de Madrid, donde ofreció una master class por la mañana en el Teatro Canal.
El trabajo coreográfico de Naharin hace que sea invitado por compañías de todo el mundo. Sus coreografías han sido representadas por compañías como Nederlands Dans Theater, Ballet de la Ópera de Lyon, Compañía Nacional de Danza (CND), Cullberg Ballet (Suecia), Ballet de la Ópera de París, Hubbard Street Dance Chicago, y Les Grand Ballets Canadiens de Montréal entre otros.


SOBRE MAX
Max no es la primera colaboración entre Naharin y el compositor Max Waratt, como anuncian algunas publicaciones. Bajo este seudónimo musical, se esconde la misma persona, Ohad Naharin. El creador mezcla susurros, un idioma inventado -que sin embargo puede ser reconocible-, sonidos industriales y ritmo tribal. Hay momentos de silencio y otros en los que simplemente se cuenta del 1 al 10 en varias fases. No hay escenografía, ni elementos teatrales, ni narración, si bien, hay momentos en los que parece que asistimos a un ritual de grupo. Los bailarines construyen movimientos por repetición y los acumulan hasta formar secuencias cada vez más extensas.
Con un vestuario sencillo, donde no existe atrezzo, ni ornamento, ni gestualidad facial en los intérpretes, es la luz la que define una atmósfera en la que hay continuos apagones seguidos de tonalidades rojas y verdes del diseñador de luces Avi Yona Bueno.
En este plano parece que Max está despojado de artificios, pero nada de eso, cada paso es el empuje hacia el siguiente, y son muchos hasta crear una especie de sensación hipnótica en el público a través de la voz el propio Naharin.
En definitiva, Max es una oportunidad para conocer cómo se reinventa y amplía el panorama de la danza.











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viernes, 19 de noviembre de 2010

Gran Noche musica española


Género: Concierto
Local: Auditorio Nacional

Interprete:  Orquesta Sinfónica Estatal Rusa.  
Director: Sergey Ferulev 
Solista: Rolando Saad, guitarra 


Información adicional 

PROGRAMA:



Joaquin Rodrigo (1901-1999)
Concierto de Aranjuez


Georges Bizet (1838-1875)
Carmen (suite)


Manuel de Falla (1876-1946)
El Amor Brujo


Joaquin Rodrigo (1901-1999)
Fantasía para un gentilhombre


Emmanuel Chabrier (1841-1894)
España