domingo, 29 de marzo de 2015

Enrique VIII y la cisma de Inglaterra


Género: Teatro
Local: Teatro Pavón 
Autor: Calderón de la Barca

Versión: José Gabriel López Antuñano
Director:  Ignacio García
Interpretes:

EL REY ENRIQUE VIII Sergio Peris-Mencheta
ANA BOLENA Mamen Camacho
PASQUÍN Emilio Gavira
EL CARDENAL VOLSEO Joaquín Notario
TOMÁS BOLENO Chema de Miguel
CARLOS, EMBAJADOR DE FRANCIA Sergio Otegui
DIONÍS/ CAPITÁN Pedro Almagro
REINA DOÑA CATALINA Pepa Pedroche
INFANTA MARÍA Natalia Huarte
MARGARITA POLO Maria José Alfonso
JUANA SEMEYRA Anabel Maurín
SOLDADO Alejandro Navamuel


Información adicional:


¿Qué responsabilidad tiene un monarca frente al pueblo que gobierna? ¿Qué sucede cuando la máxima institución del Estado antepone sus deseos o intereses a los de su nación? ¿O cuando está mal asesorado por sus consejeros? ¿Qué espiral de caos, de violencia y de desorientación puede proyectar la corona sobre la Corte y el Estado entero? ¿Cuántas víctimas pueden quedar como rastro de un infame reinado? Estas, a pesar de su elocuente actualidad, son algunas de las preguntas que Calderón plantea en este drama. La cisma de Inglaterra es una obra de juventud de Calderón pero en la que ya residen muchos de sus temas capitales. La determinación del destino propia del neoestoicismo frente al libre albedrío que defiende Calderón, la responsabilidad de un monarca ante su pueblo, y la importancia de obrar bien más allá de los intereses individuales son algunos de esos motivos constantes en su obra. Bajo el aspecto de un conflicto teológico sobre la ruptura de la iglesia anglicana y con la aparente forma de un drama histórico, adecuadamente adulterado por Calderón para sus propósitos propagandísticos, lo que aflora es un drama humano de dimensiones titánicas. Un hombre en constante huida hacia adelante de sus propias contradicciones y dudas, una víctima de su pasión y su lujuria, provoca un cataclismo político, religioso y humano en una corte que se desnorta con su pérdida. Enrique es víctima y verdugo de su reino. La cisma de Inglaterra es un texto prolijamente estudiado en su aspecto literario pero olvidado, como tantos, fuera del canon y del repertorio habitual, condenado al destierro de los escenarios. Gracias al CNTC y a su coraje vuelve ahora al territorio que le pertenece.

Ignacio García | Director del montaje













sábado, 28 de marzo de 2015

Avishai Cohen Trio: From Darkness


Género: Jazz
Local: Auditorio Nacional (Sala de Cámara)
Interpretes: 

Avishai Cohen, contrabajo y voz
Nitai Hershkovits, piano
Daniel Dor, batería

Información adicional:

En jazz poco importan las armas y maneras que se empleen para ganar la batalla de la emoción. De ello sabe mucho y bien este contrabajista israelí que decidiera hacerse hombre y músico en la capital del jazz, Nueva York. Allí desembarcó a principios de los años noventa y poco le importó que su nombre no le sonase a nadie, más allá del lustroso apellido que lleva. Él tenía claro que quería ser jazzista y, mientras su sueño llegaba, trabajó duro para alcanzarlo, tocando incluso en las calles y aceras neoyorquinas. Primero captó la atención del pianista Danilo Pérez, para después descubrirse afuera y al mundo gracias a otro pianista con todas las leyendas, Chick Corea, que le reclutó para formar parte de su trío Origin y ofrecerle la posibilidad de grabar su primer disco como líder, Adama (Strech Records, 1998). El contrabajista permaneció bajo la órbita de influencia de Corea durante unos cuantos años más, pero pronto se le vieron las ganas de contar sus propios sentimientos musicales, que son espejo de su biografía y que abarcan desde el jazz al folclore judío.
En este tiempo Cohen ha venido entregando distintos discos, ya para el sello Blue Note. El último registro, con el que acude a este Ciclo de Jazz del CNDM, lleva por título From Darkness, ideado en formato de trío junto a dos jovencísimos talentos israelíes: el pianista Nitai Hershkovits y el baterista Daniel Dor. Hay en el barco de Cohen un compendio de sentimientos musicales diversos que sólo en su cuerda encuentran un nexo común. Y es que el contrabajista tan pronto ataca un clásico bopero como hace su particular lectura de temas de Radiohead o Violeta Parra.
Al margen de su capacidad para agitar las conciencias del corazón, este chico posee un exquisito sentido compositor, así como un sonido muy exclusivo y personal. Si a ello se le añade un conocimiento panorámico, no ya en concreto del jazz, sino de la música en general, y un discurso altamente expresivo, todo nos sitúa ante un joven maestro y un jazzista de ley. Esto es: un creador con alma de músico. Y… ¡encima canta bonito!
Avishai Cohen se inició primeramente en el piano, para después, tras escuchar al bajista Jaco Pastorius, sentirse subyugado por el jazz y el instrumento de las cuatro cuerdas. Aunque entre la nómina de sus colaboraciones figuran nombres tan destacados como Paquito D’Rivera, Bobby McFerrin, Roy Hargrove, Ravi Coltrane, Wynton Marsalis o Joshua Redman, a Avishai Cohen lo que le interesa de la música es su sentido creativo y su capacidad para emocionar. Y para lograrlo suele elegir casi siempre el formato de trío, cuyas plazas anteriormente ocupaban otros dos avezados intérpretes, el pianista Shai Maestro y el baterista Mark Guiliana.
Junto a sus nuevos acompañantes, Nitai Hershkovits y Daniel Dor, el contrabajista ha explicado que ha querido construir un universo musical íntimo y poético, lleno de vida y de luz. El resultado es un lote de composiciones con una gran factura melódica, amplificada por la autoridad técnica de todos los integrantes del trío. Un trío que acaba siendo uno. Una emoción.

video
beyond
seven seas

martes, 17 de marzo de 2015

Stradivarius in Rio



Género: Concierto
Local: Auditorio Nacional (Sala de Cámara)
Interpretes: 

Viktoria Mullova , violín
João Luís Nogueira Pinto, guitarra
Matthew Barley, violonchelo
Paul Clarvis, percusión

Programa:


Claudio Nucci (1956)

Toada

Sueli Costa (1943)

Segue teu destino

Antonio Carlos Jobim (1927-1994)

Chovendo na Roseira
Falando do Amor

Marisa Monte (1967)

Vilarejo

Antonio Carlos Jobim

Dindi

Caetano Veloso (1942)

Luz do Sol

Zequinha de Abreu (1880-1935)

Tico Tico

Chico Buarque (1944)

Maninha

Misha Mullov-Abbado

Brazil

Chico Buarque
Beatriz

Henrique Vogeler (1888-1944)
Linda Flor

Antonio Carlos Jobim
Por toda minha vida

Arnaldo Baptista (1948)
Balada de um Louco

Mónica Salmaso (1971)
Dancape

Waldir Azevedo (1923-1980)
Brasileirinho

Informacion adicional:


A nadie se le escapa que la escena rusa es una de las canteras más prestigiosas de solistas e intérpretes. A ella pertenece por derecho propio Viktoria Mullova (Moscú, 1959), aunque ahí está esa huída de un sistema basado en el miedo a la represión. Nacida en un pequeño pueblo cerca de Moscú, a los cuatro años comenzó a estudiar violín. Con 20 años ganó el prestigioso concurso Sibelius, y dos años después obtuvo la medalla de oro del Concurso Chaikovski. Fue en 1983 cuando decidió desertar y lo hizo durante una gira que la llevó a Finlandia y a Estocolmo. Hoy, ya se sabe, Mullova es una de las grandes figuras del violín en la escena occidental. De todo ello dio cuenta en la biografía que publicase en 2012, From Russia to Love, un libro que en su nueva visita a este ciclo del CNDM vuelve a antojarse altamente recomendable. La relación de Mullova con los autores barrocos es larga y fructífera, quedando reflejada en multitud de grabaciones, aunque lo que la acerca al escenario del Auditorio Nacional en esta ocasión es su disco Stradivarius in Río, inspirado en repertorios y autores brasileños, por los que también es sabida su fascinación: “La gente me pregunta por qué he llevado a cabo un proyecto tan diferente y grabado un álbum de música brasileña. La respuesta es muy sencilla: amo esa música. Stradivarius in Rio es mi tercer trabajo ‘no-clásico’, pero este es el primer proyecto que he llevado a cabo por mi cuenta, desde la elección de las canciones hasta convencer a algunos de mis músicos favoritos a colaborar conmigo”. El proyecto, que sucede en esas incursiones más allá de los márgenes líricos a sus aventuras realizadas en torno a la música gitana o el pop, cuenta con el respaldo instrumental de su marido, Matthew Barley al violonchelo, Paul Clarvis, a la percusión y João Luís Nogueira Pinto, a la guitarra. La combinación de su cuerda poética, rasgada sobre pentagramas sublimes de autores como Antonio Carlos Jobim, Caetano Veloso o Claudio Nucci, adquiere nuevas sensibilidades y emociones a su ya autorizado instrumento.
Viktoria Mullova hace de la excelencia violinística un ejercicio interpretativo lleno de naturalidad, al que ella suma una pose postmoderna y grandes dosis comunicativas. Cada fraseo de su Stradivarius Jules Falk es un hechizo que hipnotiza a cualquier audiencia, provocando un magnetismo al que resulta imposible escapar. Y alcanzando una belleza en la que seguir creyendo. A ellos hay que añadir su conocimiento panorámico de la música, que, con independencia de etiquetas y apellidos, hoy es reclamado por las principales orquestas y auditorios.
Su catálogo discográfico, perteneciente a Philips Classics, ha obtenido varios y prestigiosos premios, como el álbum Vivaldi Concertos, con Il Giardino Armonico, que recibió el Diapason D’Or de 2005, o el registro Brahms violin concerto, que obtuvo un premio Echo Klassik. Sea como fuere, la grandeza de esta intérprete sublime reside en su singular capacidad para sentir y emocionar, ya que, tras la escucha de su violín, a cualquiera le queda la esperanza de que un mañana mejor es posible. Habrá audiencias que griten “sacrilegio” ante su heterodoxa visión de la música. Otros públicos hablarán de genio. Y en todos los casos, el mundo entero se verá conmovido por un sentimiento único, imposible de eludir, con independencia del color que tenga.

Viktoria Mullova



Estudió en la Escuela Central de Música y en el Conservatorio de Moscú. Su extraordinario talento atrajo la atención internacional cuando ganó el primer premio en el Concurso Sibelius de Helsinki en el año 1980 y la Medalla de Oro en el Concurso Tchaikovsky en el año 1982, que fue seguida, en el año 1983, por su exilio a Occidente. Desde entonces ha actuado con la mayoría de las orquestas, directores y festivales más importantes del mundo. Es famosa en todo el mundo por ser una violinista en posesión de una excepcional versatilidad e integridad musical. Su curiosidad musical la lleva a interpretar y explorar obras que van desde el barroco hasta la música contemporánea, experimental y de fusión.

Su interés por un enfoque genuino la ha llevado a colaborar con formaciones musicales como Orchestra of the Age de varias orquestas de of Enlightenment, Il Giardino Armonico, Venice Baroque,l'Orchestre Révolutionnaire et Romantique y Academia Bizantina, grupo con el que ha grabado recientemente un Cd de conciertos de Bach. Mantiene una estrecha colaboración con el clavecinista Ottavio Dantone, con quien ha realizado diversas giras y ha grabado el programa “todo Bach”, que Tim Ashley comentaba en estos términos en ‘The Guardian’: “Oír a Mullova tocar la música de Bach es, sencillamente, una de las experiencias más sublimes a nuestro alcance…” Su grabación de las sonatas en solitario y partitas de Bach representan un importante hito en el viaje de personal de Viktoria en la música. La grabación ha recibido extraordinarias críticas lo que ha llevado a Viktoria a giras de varias temporadas dando recitales de Bach. Sus incursiones en la música creativa empieza en el año 2000 con el álbum “Through the Looking Glass ’ en el que interpretaba música popular, jazz y pop con arreglos de Matthew Barley. Su exploración continúa con su segundo album ”The Peasant Girl“, un proyecto con el que ha estado de gira con el Matthew Barley Ensemble. Este proyecto muestra sus raíces campesinas en Ucrania y explora la influencia de la música gitana en los géneros de música clásica y jazz en el siglo 20. Su proyecto más reciente, "Stradivarius en Río" está inspirado en su amor por las canciones brasileñas de compositores como Antonio Carlos Jobin, Caetano Veloso y Claudio Nucci. Un CD con el mismo nombre ha sido recibido con entusiasmo y ahora se presenta el proyecto de conciertos previstos en toda Europa. Además de sus propios proyectos, ella también ha encargado obras de jóvenes compositores como Fraser Trainer, Thomas Larcher y Dai Fujikura. Su riqueza musical ha sido reconocida al ser nombrada solista-residente de varias orquestas y salas de mucho prestigio, incluyendo la Southbank de Londres, la Konzerthaus de Viena, El Auditorio del Louvre en París, Musikfest Bremen, La Orquestra simfonica de Barcelona, y el Festival de Música de Helsinki. En la temporada 14/15, es artista residente en Lille.

Lo más destacado de la temporada 14/15 incluyen conciertos con la Hallé, Philharmonia Orchestra, Orquesta de Cámara de Europa, Orquesta Nacional de Francia y una gira con la Orquesta del Siglo de las Luces en Nueva York y el Reino Unido. Viktoria también ofrecerá recitales con Katia Labèque en toda Europa y América del Sur. Su extensa discografía para el sello Philips Classics ha sido galardonada con muchos premios prestigiosos, El álbum Vivaldi Concertos, con Il Giardino Armonico bajo la batuta de Giovanni Antonini, recibió el Diapason D’Or de 2005 , su grabación del Opus nº 12 y las Sonatas Kreutzer de Beethoven con Kristian Bezuidenhout obtuvo un inmenso éxito de crítica.. Otros discos han incluido el octeto de Schubert con el Mullova Ensemble, las sonatas de Bach con Ottavio Dantone y "6 Solo Sonatas y Partita" de JS Bach. Viktoria toca el Stradivarius de 1723 Jules Falk o un Guadagnini de 1750.

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sábado, 7 de marzo de 2015

Kurt Elling Quintet Passion World


Género: Jazz
Local: Auditorio Nacional (Sala de Cámara)
Interpretes: 

Kurt Elling, voz
Gary Versace, piano y órgano Hammond
Clark Sommers, bajo
John McLean, guitarra
Bryan Carter, batería

Información adicional:

Hay voces que son aliento de cultura, no ya tanto por su autoridad técnica, sino sencillamente por su respiración artística. La de Bob Dylan, por tomar un ejemplo universal, es una de ellas; la de Kurt Elling, por circunscribirnos a los dominios del jazz, es otra. Para que un cantante luzca por encima de sus cualidades vocales e incluso de sus palabras, es necesario tener alma y emoción, tanto en el gesto como en el pensamiento, lo cual sucede en estos dos casos. Y si a ello se le suma una autoridad intelectual cargada de buenas razones, como también se ajusta a estos artistas, el asunto adquiere categorías mayores. A Kurt Elling (Chicago, 1967), no le han concedido ningún premio Príncipe de Asturias de las Artes, pero en lo suyo es un rey; ahí están los constantes reconocimientos que obtiene regularmente entre los exigentes aficionados de revistas tan prestigiosas como DownBeat o JazzTimes, o sus periódicas visitas a los festivales y auditorios más rigurosos e inaccesibles.

Queda claro: Kurt Elling no tiene una voz bonita, pero todo en él rezuma sabiduría y sentimiento; sabiduría del creador que sabe tanto del respeto de la tradición como de la audacia de lo contemporáneo; sentimiento del artista con un gusto exclusivo de la canción, que él verbaliza con texturas rugosas, distintas, mágicas. En su comparecencia en el Auditorio Nacional de Música acude acompañado de músicos amigos como el guitarrista John McLean, el contrabajista Clark Sommers, el baterista Bryan Carter y el pianista Gary Versace, reemplazando a Laurence Hobgood. En el decir de Elling caben todas las voces del jazz, como queda claro en su última respiración discográfica, Passion World, una colección de hermosas baladas y canciones de amor que se acuestan y duermen en su regazo barítono. El colchón jazzístico del grupo es exquisito y los arreglos a la altura de una trayectoria musical intachable, la de quien, sin duda, es la voz masculina más importante del jazz en los últimos veinte años.

El cantante no gastó demasiados esfuerzos para convencer a los directivos de la fonográfica Blue Note, a los que, mediada la década de los noventa, conquistó tras enviarles una maqueta. Sus primeras entregas para el reputado sello obtuvieron el aplauso de la gran familia del jazz, que diagnosticó como joyas álbumes como Close your eyes, The Messenger o This time it’s love. Hoy el hombre graba para otra afamada escudería, donde cuenta con tres álbumes igualmente necesarios, Nightmoves, The gate y 1619 Broadway - The Brill Building Project, este último dedicado al famoso edificio que acogiera el talento de ilustres figuras como Paul Simon, Sam Cooke o Duke Ellington, con el eco de clásicos de fondo como Come Fly with Me, On Broadway, You Send Me o So Far Away.

Es dueño y señor de técnicas exclusivas como el vocalese o el scat, y un creador asomado a otras artes, principalmente al teatro (talento que libera asiduamente en el teatro Steppenwolf de Chicago) y la poesía (conocidas son sus querencias a interpretar textos de Rilke o Neruda). El espectador está, pues, ante la escenificación vocal más inteligente y emocionante con que cuenta el jazz de nuestros días, y ante la majestuosidad de un artista que se siente hombre por encima de todo; de ahí que siempre tenga preguntas que plantear, retos que encarar y sinfín de historias que cantar. Nunca una arruga vocal fue tan extraordinariamente bella. Ni tan asombrosamente humana.



viernes, 6 de marzo de 2015

Conciertos de Pascua. Cátedra de Violín


Género: Concierto
Local: Auditorio Sony
Profesor acompañanteAnna Mirakyan
Programa:


Jean-Marie Leclair (1697-1764)
I. Allegro ma poco
II. Aria Gratioso: Andante
III. Allegro asai
Laura Delgado
Julen Zelaia

César Franck (1822-1890)
I. Allegretto ben moderato
II. Allegro
Paolo Tagliamento

Béla Bartók (1881-1945)
I. Tempo di ciaccona
Xavier Inchausti

Henryk Wieniawski (1835-1880)
II. Romance. Andante non troppo
III. Allegro con fuoco-Allegro moderato
Mon-Fu Lee

Jean Sibelius (1865-1957)
I. Allegro moderato
Julen Zelaia

Pablo de Sarasate (1844-1908)
Laura Delgado