jueves, 19 de enero de 2017

Chano Dominguez


Género: Jazz
Local: Auditorio Nacional

Interpretes:  
Chano Domínguez, piano
Javier Colina, contrabajo

Información adicional:


En 1982 Chano Domínguez publicaba su primer disco como líder, el homónimo Chano (Nuba/Karonte), y al año siguiente el añorado crítico del diario El País y la revista Scherzo, Federico González, publicaba una crónica bajo el revelador título “Esto es importante”. La reseña se refería a una actuación del pianista gaditano en el Club de Música y Jazz San Juan Evangelista, junto a un grupo de músicos invitados y los miembros de un trío que hoy ya figura con letras luminosas en la historia moderna del género en nuestro país, el que completaban el contrabajista Javier Colina y el baterista Guillermo McGill. La terna mantuvo durante años su valiosa propuesta de jazz-flamenco o flamenco-jazz, que lo mismo da, fijando los cimientos de un edificio que ya soñaran otros predecesores como el propio Pedro Iturralde. El tiempo acabó premiando a cada uno de estos tres jazzistas de ley cuando emprendieron sus respectivas trayectorias en solitario, siendo hoy en día tres de los abanderados que mejor pudieran representar al jazz español, una vez que McGill tiene más de español que de uruguayo, si se nos permite.
En estos años, los miembros de este trío han coincidido esporádicamente, por lo que la reunión de dos de sus integrantes adquiere rango de noticia mayor. Chano Domínguez (Cádiz, 1960) y Javier Colina (Pamplona, 1960) cabalgan de nuevo juntos, protagonizando con su reencuentro uno de los acontecimientos de la temporada. A Chano en estos años se le ha visto enseñando flamenco a Wynton Marsalis, y a Javier Colina protagonizando dúos emocionantes junto a Bebo Valdés o Tete Montoliu. Son apenas dos mínimos apuntes que quieren subrayar la madurez musical de dos jazzistas que se han hecho grandes y mayores, pues en la mente de todos figuran sus continuas y generosas colaboraciones con todo tipo de artistas y todo tipo de formatos.
Todos los amantes de la buena música coincidirán en que su participación en este Ciclo de Jazz en el Auditorio obtiene todos los parabienes. Ellos dos son auténticos responsables, junto a otras glorias como Jorge Pardo, de la modernidad del jazz español, pues más allá de sus respectivos estilos, lo que queda claro es que no fue hasta la llegada de estos hombres cuando nuestro jazz se quitó todos los complejos, reivindicándose, no ya como espejo de los sonidos que llegaban desde el otro lado del charco, sino como imagen propia, personal e intransferible. Su paso por la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música incluye citas clásicas del repertorio jazzístico, así como composiciones propias que presentarán sobre la marcha. Luego el formato de dúo, como el del “solo”, no deja resquicio para la trampa ni el cartón, siendo una alineación privilegiada para degustar las esencias interpretativas de la pareja. Y es que a Chano le sale lo mismo un Ellington por bulerías que a Colina un Benny Moré por Mingus. Jazz, flamenco, música latina, clásica, folclórica… poco importan las etiquetas cuando el sortilegio de la creación musical se presenta desnuda, honesta, sin artificios. Sí, amigo Federico, aquello era importante… y lo sigue siendo.