lunes, 19 de marzo de 2018

Trance

Género: Jazz
Local: Auditorio Nacional

Interpretes: 
Chucho Valdés, piano
Gonzalo Rubalcaba, piano

Información adicional:


En abril del año pasado, en el Gran Teatro de La Habana y con motivo del Día Internacional del Jazz, se citaban dos monumentos pianísticos de la modernidad jazzística cubana, el histórico Chucho Valdés y el imprescindible Gonzalo Rubalcaba. Los asistentes tuvieron el privilegio de contrastar los distintos ‘pianismos’ que atesora la pareja, tanto el que prende en el folclore y la música popular isleña del primero, como el que echa raíces en una música más cosmopolita e internacional del segundo. No se trataba de analizar el encuentro desde la perspectiva alumno-maestro, ya que en algunas fases de sus respectivas vidas profesionales los roles se han intercambiado sin pudor; Chucho, heredero del teclado maestro de su padre Bebo, colocó los cimientos del nuevo jazz cubano cuando fundó esa banda cardinal que es Irakere, más luego ha hecho música grande y abierto caminos estéticos insospechados como líder de sus variados proyectos. Gonzalito, Gonzalo, decidió pisar el suelo natural del jazz en Estados Unidos, siendo reclamado por jazzistas de ley como el contrabajista Charlie Haden, con que el que probablemente consiguió dar la vuelta al mundo dos veces. Esto es: las sensibilidades pianísticas de ambos han marcado el rumbo y la dirección de buena parte de las últimas generaciones de jazzistas cubanos, contemplándose y reconociéndose tanto el uno como el otro.
Hoy aquel diálogo sobre suelo habanero descubre una prolongación discográfica feliz, Trance, un mano a mano en el que la pareja da vida a las distintas estéticas del ‘pianismo’ cubano, tanto el que atraviesa el jazz sin cortapisas como el que se reinventa desde el folclore tradicional. Hay en todo caso en este mano a mano un acertado interés en dotar al repertorio de una espiritualidad decididamente cubana, conectada en muchas ocasiones con la tradición yoruba, que en Cuba, como en Brasil, descubre su mejor hogar. Y es precisamente esa búsqueda y capacidad para encontrar la emoción elevada lo que distingue y enriquece a la reunión, pues técnicamente no caben adjetivos para describir las audacias rítmicas y armónicas como pianistas.
Hace tiempo que los aficionados al jazz y, en concreto, al jazz cubano, ansiaban este encuentro. «Conozco al padre de Gonzalo y conozco a Gonzalo desde que era niño», ha señalado Chucho. «Este es un dúo formado por dos pianistas que tienen una relación histórica dentro de la tradición del piano cubano; se creó de forma muy natural, los dos pianos suenan como uno».
Por su parte, Rubalcaba ha afirmado: «Habría sido fácil escoger algunos estándares y salir y tocar, pero queríamos hacer algo especial. Ambos hemos escrito música para dos pianos e imaginado una música que va desde el popular y clásico repertorio cubano a Monk». 
Se anuncia, pues, un recital donde se van a oír todos los pianos de Cuba, en dos de sus voces instrumentales más relevantes en toda la historia del jazz cubano, dos maestros que se niegan a perder esencias por el camino, por más que transiten por las principales sendas del jazz internacional.


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