domingo, 27 de octubre de 2019

Descubre... Scheherezade

Género: Concierto
Local: Auditorio Nacional. Sala de Cámara
Intérpretes: Orquesta Nacional de España
Dirección: Simone Young
Presentación didáctica: Eva Sandoval (Radio Clásica. RTVE)

Programa:


Nikolai Rimsky-Korsakov (1844-1908)

I. Море и Синдбадов корабль
(El mar y el barco de Simbad)

II. Рассказ царевича Календера
(La leyenda del príncipe Kalendar)

III. Царевич и царевна
(El joven príncipe y la joven princesa)

IV. Багдадский праздник. Море. Корабль разбивается о скалу с медным всадником
(Festival en Bagdad. El mar. El barco se estrella contra un acantilado coronado por un guerrero de bronce)

Información adicional:

Una fantasía musical 

«Es en Oriente donde debemos buscar el Romanticismo supremo», afirmaba el filósofo Friedrich Schlegel en 1800. Y allí lo encontró el compositor Nikolai Rimsky-Korsakov (1844-1908), quien, además de sentirse fuertemente atraído por el folklore ruso, escribió distintas piezas inspiradas en Oriente, como su suite sinfónica Scheherezade. Para concebir la partitura se dejó seducir por el mundo mágico de las mezquitas, los turbantes, los genios y las lámparas maravillosas de Las mil y una noches. La estrategia narrativa de esta famosa recopilación medieval de cuentos tradicionales en lengua árabe le conquistó. Así lo cuenta en el prefacio de la partitura:
«El sultán Shahriar, persuadido de la perfidia y la infidelidad de las mujeres, jura matar a cada una de sus esposas después de pasar con ellas la primera noche. Pero la sultana Scheherezade logra salvar su vida cautivándole con las historias que le cuenta durante mil y una noches seguidas. Azuzado por su curiosidad, el sultán va demorando de día en día la ejecución de su mujer y acaba por renunciar a ella definitivamente. Scheherezade le cuenta muchas maravillas, citando los versos de los poetas y los textos de las canciones, uniendo las historias unas a otras».

Los títulos descriptivos originales de las cuatro secciones de la composición fueron finalmente rechazados por el propio Rimsky-Korsakov, tal y como explica en su autobiografía Crónicas de mi vida musical:
«Suprimí las indicaciones que figuraban en cada parte, pues con ellas sólo me proponía encauzar la fantasía del oyente y marcarle la ruta que siguió la mía, dejando así libertad a las concepciones particulares de la voluntad y el estado de ánimo de cada individuo. Me propuse que si al oyente le gustaba mi obra sinfónica experimentase la impresión de una narración oriental sobre numerosos y variados cuentos fantásticos, y no solamente cuatro piezas que se suceden sin variedad en el material temático».

El discurso directo y lineal de Rimsky-Korsakov nos permite especular con la caracterización sonora de los principales elementos y personajes de los cuentos. En El mar y el barco de Simbad se presentan musicalmente los dos protagonistas de la historia. El diseño inicial al unísono simboliza la temible y tiránica voz del sultán. Scheherezade le responde con el dulce timbre del violín solista que interpreta una melodía sinuosamente ornamentada. Ambos temas aparecen de forma recurrente en toda la obra, como si se tratara de las «voces en off» de una película. Después, el autor, gran amante del mar, recreó en esta primera sección un océano a través de las olas de arpegios en las cuerdas sobre las que viaja el motivo del barco de Simbad que desata una airada tormenta sinfónica.

En La leyenda del príncipe Kalendar el compositor juega con un caprichoso tema que presenta el fagot y que se identifica con el príncipe. Este personaje, sometido a diversos juegos tímbricos hilvanados por la destreza orquestal del ruso, librará una feroz batalla. El joven príncipe y la joven princesa nos ofrecen una tierna y juguetona escena de amor entre la cantinela dulce de las cuerdas y las vertiginosas escalas de la sección de viento-madera. Y en el delirante Festival en Bagdad. El mar. El barco se estrella contra un acantilado coronado por un guerrero de bronce asistimos a una gran fiesta catártica del tutti orquestal. Por sorpresa, nos situamos de nuevo en el mar para vivir la última aventura de Simbad, que concluye de forma trágica en un explosivo clímax. Afortunadamente, tras mil y una noches de cuentos, el sultán se transforma en un motivo musical cálido y sumiso vencido por la ingeniosa voz femenina de su última esposa.

Eva Sandoval

No hay comentarios:

Publicar un comentario